Desarrolla la comprensión lectora y la capacidad de retentiva de tus hijos
Los niños leen mucho. Todas las materias que tus hijos estudian en el colegio requieren comprensión lectora y capacidad de retentiva. Ya sean matemáticas, historia o ciencias, la capacidad de retentiva es fundamental para obtener buenos resultados. Aquí describimos algunos métodos para que tu hijo aumente y desarrolle una capacidad de retentiva sólida.
Empieza pronto
Recuerda, la capacidad de escucha de un niño se desarrolla mucho antes que su competencia lectora. Los niños pequeños que están aprendiendo a leer también pueden ejercitar su capacidad de comprensión lectora y de retentiva. Una manera fácil de conseguirlo consiste en añadir una etapa a su rutina nocturna: cuentos para dormir. Cuando leas a tu hijo un cuento antes de dormir, toma nota de algunas líneas o hechos claves. Cuando la historia termine, puedes preguntarle: «¿Te acuerdas de cómo Sam-I-Am consiguió que su amigo probara los huevos verdes y el jamón? ¿Los probó en una casa? ¿Los probó con un ratón?». Aunque en esta fase tu hijo no esté leyendo con la finalidad de retener, está igualmente aprendiendo a comprender y retener ideas.
Practica y mejora
Como cualquier capacidad, la comprensión lectora y la retentiva requieren práctica. Los juegos de mesa ofrecen la oportunidad de que los niños lean instrucciones y reglas que pondrán a prueba su capacidad de retentiva de manera divertida. Intenta encontrar un juego al que la familia nunca haya jugado antes. Primero lee las instrucciones para entender cómo se juega. Cuando tengas dominadas las reglas, pide a tus hijos que las lean. Cuando hayan terminado, diles que te las expliquen antes de empezar. Para las familias con más de un hijo, este ejercicio puede aportar una visión única de cómo cada niño comprende lo que ha leído. Puede que uno de los niños vea el juego de un modo, mientras que otro entiende las reglas de una manera completamente diferente. Escuchar a tu hijos explicar las reglas te permitirá identificar su nivel de comprensión lectora. Cuando todos las hayáis entendido, ¡a jugar!
Anímalo a que se corrija a sí mismo
Cuando tu hijo muestre signos de confusión o frustración al hacer los deberes, anímalo a que vuelva a leer los enunciados antes de explicarte cuál es su problema. Para ahorrar tiempo, puede que prefieras explicarle el ejercicio tú mismo. Aunque esto es lo más fácil y la necesidad de ahorrar tiempo siempre apremia en una tarde cargada de tareas después del colegio, a la larga, dejar que tu hijo se corrija a sí mismo contribuye a reforzar su capacidad para resolver problemas. Orienta a tu hijo pequeño para que entienda el ejercicio por sí solo. Después de resolverlo por su cuenta, tu hijo confiará más en sí mismo de cara al próximo reto y se sentirá orgulloso de poder afrontar el problema sin mamá o papá.
Leer es una de las herramientas académicas más valiosas de las que dispone tu hijo y comprender y retener la información es tan importante como la propia competencia lectora. Fomentar el desarrollo de estas capacidades fundamentales sentará las bases de una vida de éxito.